Blogia
filosofiayepistemologia

LOS CUATRO OJOS DEL CONOCIMIENTO

LOS CUATRO OJOS DEL CONOCIMIENTO

 

Descripción: Un artículo que explica el nuevo paradigma que debera orientar toda epistemología presenta y futura.

Utilidad: Plantear la estrechez de los paradigmas antiguos y modernos, proponiendo nuevos modelos de hacer ciencia.

Uso: En una introducción a los paradigmas epistemológicos de la posmodernidad.

San Buenaventura,  a quien la historia debía conocer con el nombre de "el doctor seráfico", enseñó teología y Sagrada Escritura en la Universidad de París, de 1248 a 1257. A su genio penetrante unía un juicio muy equilibrado, que le permitía ir al fondo de las cuestiones y dejar de lado todo lo superfluo para discernir todo lo esencial y poner al descubierto los sofismas de las opiniones erróneas. Nada tiene, pues, de extraño que el santo se haya distinguido en la filosofía y teología escolásticas. Buenaventura ofrecía todos los estudios a la gloria de Dios y a su propia santificación, sin confundir el fin con los medios y sin dejar que degenerara su trabajo en disipación y vana curiosidad.  San Buenaventura representa a la escuela franciscana que inspirándose en San Agustín se opone al aristotelismo de los dominicos, y sostiene que la filosofía y la razón no se encuentran en la base de la teología ni en la culminación del conocimiento de la divinidad, pero sí en el camino que conduce el alma hacia Dios. Erudito y hombre de gran espiritualidad, de entre sus obras destacan un estudio sobre Pedro Lombardo (Comentario sobre las sentencias de Pedro Lombardo) y el "Itinerarium mentis in Deum" (Itinerario del alma hacia Dios) (http://es.wikipedia.org/wiki/Buenaventura_de_Fidanza).

 

Con respecto a San Buenaventura, Wilber (2006: 13) menciona, que éste afirmaba  que los seres humanos disponen, por lo menos, de tres formas de adquirir conocimiento, de "tres ojos": el ojo de la carne, por medio del cual percibimos el mundo externo del espacio, el tiempo y los objetos; el ojo de la razón, que nos permite alcanzar el conocimiento de la filosofía, de la lógica y de la mente; y el ojo de la contemplación, mediante el cual tenemos acceso a las realidades trascendentes. Todo conocimiento -según San Buenaventura- es una especie de illuminatio. Así pues, existe una iluminación exterior e inferior (lumen exterius y lumen inferius), que nos permite iluminar el ojo de la carne y conocer los objetos sensoriales, una lumen interius , que ilumina el ojo de la razón y nos proporciona el conocimiento de las verdades filosóficas, y una lumen superius, la luz del ser trascendente, que ilumina el ojo de la contemplación y nos revela la verdad curativa, "la verdad que nos ilumina". 

 

En el mundo externo, dice San Buenaventura, encontramos un vestigium, un vestigio de Dios,  y el ojo de la carne percibe este vestigio como una diversidad de objetos separados en el espacio y en el tiempo. En nosotros mismos, en nuestro propio psiquismo -especialmente en la "triple actividad del alma" (memoria, entendimiento y voluntad)- el ojo mental nos revela una imago de Dios. Finalmente, a través del ojo de la contemplación, iluminado por el lumen superius, descubrimos el mundo trascendente que existe mas allá de los sentidos y la razón, la misma Esencia Divina. 

 

El triple dominio del conocimiento implica entender que todos los hombres  y mujeres poseen un ojo carnal, un ojo racional y un ojo contemplativo; que cada ojo tiene sus propios objetos de conocimiento (sensorial, mental y trascedental); que un ojo superior no puede ser reducido a un ojo inferior ni explicado por el; y que cada ojo es válido y útil en su propio dominio pero incurre en una falacia (error categorial) cuando intenta captar totalmente  los ámbitos inferiores o superiores (Wilber 2006:18).  

 

El cuarto ojo el unificador, es aquel que parte de los conocimientos generados a partir de los ojos de la carne, la mente y el espiritu, y se vuelve una via para construir un conocimiento transdisciplinario, que va mas alla de los límites o circunscripciones que cada ojo por separado tiene, el ojo unificador, que se puede considerar como el ojo emergente,  empieza a construir la redes que comunican y entrelazan los conocimientos empíricos, los discursivos o de la razón y los del espiritu. Este ojo unificador en la medida que se desarrolle estará construyendo las bases para la construcción de un nuevo paradigma unificador, global y comprensivo tanto de la naturaleza humana, del mundo y del cosmos.  

 

Referencias:

Wikipedia.  La enciclopedia Libre. Buenaventura de Fidanza. on line http://es.wikipedia.org/wiki/Buenaventura_de_Fidanza accesado el 13 de junio de 2009

 

Wilber Ken. 2006. Los tres ojos del conocimiento: La búsqueda de un nuevo paradigma.  Quinta edición. Editorial Kairós. Barcelona, España. 315 pp.  

 

 

 

 


 

0 comentarios